jueves, 4 de enero de 2018

REFLEXIÓN INTELIGENCIA INTRAPERSONAL

Resulta alarmante el número de casos de niños en edades tempranas que en los últimos años están desarrollando en nuestro país cuadros de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios...u otras enfermedades que no han sido habituales en ellos a lo largo de las décadas, e incluso siglos anteriores.

Si bien es cierto que este tipo de patologías tienen diversas causas que se pueden encontrar dentro de la familia o la propia sociedad, hay un factor causal importante que se circunscribe a lo que conocemos como inteligencia intrapersonal.

La inteligencia intrapersonal no es más que la capacidad que posee una persona para conocerse a sí mismo. Se piensa que fruto de ese conocimiento de emociones, habilidades y limitaciones, se genera un autocontrol de las emociones y una mayor facilidad a la hora de expresarse con los demás.




Al leer la definición de inteligencia intrapersonal inevitablemente pensamos en la inteligencia emocional, y es que ambas están estrechamente relacionadas e incluso son coincidentes en parte de su significado. Mientras que la inteligencia intrapersonal hace una referencia al conocimiento global de la persona, la inteligencia emocional se centra más en el conocimiento de las emociones.

La ausencia de inteligencia intrapersonal genera situaciones de frustración, ansiedad, malestar, angustia, tristeza...y es que, si una persona no se conoce a sí misma, no será capaz de saber lo que le está ocurriendo y por tanto, no podrá ponerle remedio; lo que casi inevitablemente le llevará a una situación de frustración que no sabrá superar con éxito.
Quizás el ritmo de vida que en los últimos años se ha instalado en el mundo Occidental hace aún más complicado encontrar tiempos de reflexión sobre uno mismo para generar bienestar individual.

Fruto de esto surgió hace algunos años la corriente denominada Slow Life que hacía un llamamiento a desacelerar nuestros ritmos de vida para disfrutar más del presente y sobre la que algunos autores como Carl Honore han escrito libros como “Elogio de la lentitud”.



Quizás una filosofía más “Slow” traiga consigo una liberación de tiempo para dedicar al autoconocimiento, quizás nos tengamos que plantear a qué queremos dar prioridad cuando educamos a nuestros alumnos y qué tipo de herramientas queremos poner a su disposición para que vivan el resto de su vida.

El hecho de que los alumnos conozcan la existencia de la inteligencia intrapersonal, ya está poniendo a su disposición un recurso de generación interna que les facilita afrontar su realidad con más herramientas.

Desde luego, al igual que en el resto de inteligencias, hay personas que de forma innata poseen una gran inteligencia intrapersonal; sin embargo, en los caso en los que no es así, todos somos capaces de aprender y desarrollar nuestra inteligencia intrapersonal y como profesores, tenemos incluso la obligación de marcarles el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario